Para hablar
de Obra 67 en primer lugar tengo que hablaros un
poco de #LittleSecretFilms. Tenéis la información ampliada de wikipedia en este enlace, pero para los que no os queráis enfrascar
en mucha lectura (aunque os la recomiendo), #LittleSecretFilms es un movimiento
contemporáneo, creado por y para amantes del cine. Se basa en que una película no
necesita efectos especiales, ni campañas publicitarias, casi ni guión para ser
cine de calidad… es utópico pensar que prescindiendo de todo eso salgan obras
de arte del cine, pero lo importante es dar la posibilidad a cineastas con
pocos medios, y crear una corriente opuesta a las superproducciones
Hollywoodienses, para las mentes más iluminadas. Para pertenecer a este selecto
grupo sólo tienes que cumplir las 10 reglas que encontrarás en el enlace que
puse anteriormente, las más interesantes para mí son:
- La película se debe rodar totalmente en secreto sin promoción previa
ni posterior.
- Se debe rodar en un máximo de 24 horas.
- El director tiene que correr con todos los gastos, ningún miembro del
equipo recibirá remuneración, y la película se difundirá gratuitamente por
internet.
- Si es una película de ficción no deberá existir guión, los diálogos
deberán ser improvisados.
Algunas de estas premisas recuerdan a un movimiento que se originó hace casi 20 años conocido como Dogma95, en este caso uno de los precursores fue el director Danés Lars Von Trier, de actualidad por sus dos películas Nymphomaniac volumen 1 y volumen 2. <<Os dejo el enlace a Dogma 95,
pero no comento más, este lo tendréis que leer vosotros>>
La introducción ha sido un poco larga, pero
es necesaria debido a que hace unos días me descubrí a mi mismo investigando
sobre este movimiento #LittleSecretFilm, que parece el sueño de cualquier
cineasta amateur, y por otra vía totalmente distinta llega a mis oídos Obra 67,
la ópera prima de David Sáinz, el creador de
Malviviendo, a continuación el porqué de mi interés por esta película y porqué
os la recomiendo a todos.
David Sanz es una persona a la que
admiro, porque sólo con un grupo de colegas consiguió poner en pie una webserie
espectacular. Pocas lecciones de interpretación... pero una realización
buenísima, unos guiones más que decentes, guiños, cameos (in crescendo a medida
que la serie ganaba fama), y esos openings que cada capítulo parodia al de una serie famosa (una idea genial y ejecutada magistralmente, todos están perfectos).
Cuando oí hablar de Obra 67 me la
descargué enseguida. Sólo encontré buenas críticas, así que le di al play casi
del tirón. Lo primero que veo en la película es #LittleSecretFilm… yo no tenía
ni idea de que estaba dentro del movimiento, pero hizo que mi interés aumentara
exponencialmente.
La
película está dividida en dos partes separadas por un giro de guión imposible de prever (o dos giros, según se mire), aunque la
sensación que a mí me dio es la de estar viendo otra película totalmente
diferente. Desde mi desconocimiento, tengo la sensación de que la historia que
quería contar el director era la de la segunda mitad, y la primera parte es el
camino para llegar.
Pero yo he disfrutado mucho más el
camino -más cómico- que la conclusión -más cine de terror-, entre otras cosas por los dos personajes principales.
Dos amigos casi hermanos que son el prototipo de chavales sevillanos con pocas
posibilidades y poquito futuro (línea base de la serie malviviendo), el
trabajo de los actores es impecable, con tomas largas, incluso recorriéndose una
urbanización, sin parar de hablar de forma tan natural y creíble, que cuesta creer que sea fruto de la improvisación, bendita regla de #LittleSecretFilms.

Mención especial para Antonio Dechent, estrella en la sombra de la película, uno de los actores más infravalorados de nuestro país, un secundario de lujo que clava todos sus papeles, con esa voz y esa presencia que le hacen imponente (en este caso un ladrón de renombre que sale de la cárcel tras 20 años). Es una pena que esté condenado al cine andaluz donde se le quiere y respeta, si hubiese tenido otras oportunidades podría estar hombro con hombro con Luis Tosar, por ejemplo.
La película se puede disfrutar tanto por las interpretaciones como por el guión, que muestra ese lado oscuro del ser humano que todos escondemos, y que algunos directores liberan para que nos adentremos en el lado más perverso de la mente humana.
Una película atípica, la idea ya se ha visto antes, pero eso no quita que sea una obra imperdible. Me da la impresión de que el radio de disfrute de la cinta tiene
como epicentro la ciudad de Sevilla, y se va difuminando a medida que te vas
alejando (impresión que también me da en la genial El mundo es nuestro y en la saga Carmina de Paco León, y en menor medida en Ocho apellidos vascos,
películas para todos los públicos, pero que se disfrutan más en el sur). Obra
67 está llamada a ser el buque insignia del movimiento #LittleSecretFilm, aunque
se salte algunas reglas del movimiento (parece ser que la película tuvo o tendrá
distribución), pero Von Trier también se saltó algunas pautas de Dogma 95… visto el resultado final, en ocasiones merece la pena tomarse algunas licencias.
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