martes, 9 de septiembre de 2014

UNA NOVEDAD - El Niño

 Sigo con mi política de acudir todos los miércoles al cine aprovechando la espectacular oferta de 3,90, y en este caso por bombo y platillo que le han dado a la película, he acudido a ver el Niño. Con Daniel Monzón tras la cámara, y Luis Tosar y el debutante Jesús Cortés bajo los focos (entre otros, claro está).
Voy a dividir mi crítica en dos, por un lado la película en sí, y por otro lado las actuaciones. Si habéis visto la película sabréis porqué lo hago así, es injusto valorar la película como un conjunto, para decir las cosas buenas y malas yo prefiero dividirla.


LA PELÍCULA

       Lo primero de todo, siento quitaros la venda de los ojos, pero no es la grandísima megasuperproducción que nos está intentando vender Mediaset -productora del film-. Para hacer justicia, debo decir que pocas veces en el cine español se goza de una película con estos niveles de acción, estas tramas hollywoodienses, y esta realización, pero si vas pensando que vas a ver 2 policías rebeldes de Michael Bay en versión española te diré que hay un océano de diferencia entre ambas, aunque el intento es loable y muy resultón.
       Quitada ya la venda de cine de acción estadounidense podemos empezar a disfrutar de la película. La historia –basada discretamente en hechos reales- está magníficamente contada. Nos muestra la vida de los policías que luchan con el narcotráfico a gran escala al sur de nuestras fronteras (en Andalucía probablemente pegará fuerte esta película por lo cerca que nos toca), y en contraposición la historia de unos chavales que buscan llevarse su tajada del pastel, llegando las dos historias a unirse casi por accidente y alcanzando su climax en una escena final en un garaje que es pura tensión.
       Desde mi punto de vista, el Niño es el mejor thriller policíaco que he visto rodado en España, con un guión que contado son 3 premisas, pero en el que caben: acción, pasión, intriga, traición, droga, dinero, sentimientos encontrados, y además su visionado –y mira que la película es extensa- no solo no cansa, sino que engancha. Creo que la gran mayoría de los espectadores coincidirán conmigo en que lo mejor de la película son las persecuciones lancha-helicóptero. Simplemente espectaculares, y con un detalle genial, y es que la óptica de los policías no es la que estamos acostumbrados en el cine americano:

“Acribillemos a esos malditos bastardos...
...Será un honor morir a tu lado Jhonny”

       En esta película los policías son de carne y hueso y se nota que son compañeros de muchos años que han patrullado el mar en helicóptero mil veces:

“Mira los cojones que le echa el chavalito este...
...Métele el morro, que por lo menos tiren algún fardo, no les vamos a dejar que pasen con todo…
...Hazles la del conejo que seguro que se acojonan - Jajaja, que cabrón eres...”

       Eso te transporta a una veracidad que jamás verás en una superproducción de Mark Wahlberg.

LAS ACTUACIONES

       En el apartado interpretativo hay que diferenciar también entre los policías, y los narcotraficantes. La vieja guardia y la savia nueva.

Por un lado tenemos a la gran estrella, la persona destinada a llevar todo el peso  y que no sólo cumple, sino que se cuelga los galones y se echa la película a la espalda: Luis Tosar. Me voy a mojar diciendo que si no es hoy el mejor actor español, le queda un cuarto de hora, tiene una fuerza interpretativa que te seduce y te sumerge en sus películas como le da la gana. Pero a Tosar no lo dejan sólo, le acompañan Sergi López, Bárbara Lennie  y Eduard Fernández como secundarios de lujo que clavan sus interpretaciones en todo momento, estos tres personajes tienen menos profundidad, se podría decir que son más blancos o negros y el de Tosar tiene más sombras, en cualquier caso no se les puede poner un pero a ninguno de los adultos. El problema viene cuando no están ellos en pantalla, y deseas que la película hubiese estado protagonizada por 3 Luises Tosares de 20 años, en vez de lo que hay suelto por ahí.

Jesús Cortés… voy a intentar ser benevolente. El chaval de la noche a la mañana a pasado de echarse un lote en el puerto de Santa María, a estar en la Gran Vía con mil niñas llorando por él. No sólo no se lo reprocho, sino que le tengo una envidia de mil demonios, ahora bien… querido Jesús, te quedan muchas muchas horas de clases de interpretación, pero muchas muchas. Leí por ahí que comparaban su mirada a la de Paul Newman, pero se olvidan un detalle, y es que Paul Newman tenía una mirada, Jesús Cortés tiene dos ojos turquesas. No es sólo ser guapo, también hay que saber recitar un guión sin que parezca que está leyendo un libro, y si no llegamos a eso porque para esta película no le dio tiempo a formarse como actor, por lo menos cambiar la expresión de la cara de vez en cuando…que el plano montado en la moto de agua mirando hacia atrás con cara de malo habrá dejado inconsciente a 100 quinceañeras, pero es que el tío pone la misma cara cuando le persigue la policía a 200 por hora, cuando está charlando con su colega, cuando se está tirando a la chica…macho… Ah, y por cierto, la historia de amor ha sido muy criticada por los que saben de esto, alegando que es poco menos que una imposición de mediaset para que a las niñas ya termine de caérseles la baba. Yo pienso que no es así, creo que es un intento de darle un poco de profundidad al personaje del Niño, he incluso de crear un arco diferencial entre el principio y el final de la película, pero desgraciadamente Cortés es más plano que una tabla de planchar.

Del morito Halil me niego a comentar nada, vale que Cortés sin ser actor esté en la película para acelerar las hormonas femeninas, pero Saed Chatiby (así se llama el gachón)… es de las peores actuaciones que he visto jamás. Horripilante.
Por último del trío de jóvenes narcos, mi favorito por goleada es Jesús Carroza.
Espero que le haya dado buenos consejos a Jesús Cortés sobre cómo llevar una carrera cinematográfica, porque ha madurado muchísimo desde 7 vírgenes. 7 vírgenes por cierto, actuación por la que ganó el Goya como actor revelación en 2005, para mí inmerecido, ya que el papel que desempeñaba lo puede interpretar cualquier sevillano de entre 17 y 25 años de cuna media-baja igual o mejor que él. No obstante, como digo, ha sabido continuar su carrera por esa senda en la que está comodísimo. En esta, su segunda película con Tosar y Monzón después de Celda 211, es un auténtico soplo de aire fresco. Es lo único salvable -interpretativamente hablando- del trío de chavales, con un punto cómico genial, y una actuación muy muy superior a la que se pudo ver en 7 vírgenes. Desgraciadamente está un poco encasillado en ese papel y no sé cómo se desenvolvería en otros registros, pero le deseo la mejor de las suertes a mi paisano, no nos olvidemos que el actor mejor pagado del mundo lleva siglos encasillado en el mismo tipo de papel (Robert Downey Junior).

Mención especial a Ian McShane que no articula palabra y que aparece 3 veces. No sé para que se traen a una estrella de Hollywood para hacer un papel así la verdad, podrían haber puesto a Resines con sombrero y barba y habría sido lo mismo.

En conclusión, una historia emocionante sobre el narcotráfico muy bien contada con marcado acento español, algunas actuaciones muy olvidables, pero aún así ofrece dos horitas de mucho entretenimiento. Ojalá la industria española se atreviese con más -incluso mejores- títulos de este calado.

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